“ Más tarde Nadab y Abihú, los hijos de Aarón, tomaron y llevaron cada uno su braserillo y pusieron en ellos fuego y sobre él colocaron incienso, y empezaron a ofrecer delante de Jehová fuego ilegítimo, que él no les había prescrito.
.”
Traducción del Nuevo Mundo 1987 (tnm)