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DANIEL 8 Paralela rv60
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Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)


1 En el año tercero del reinado del rey Belsasar me apareció una visión a mí, Daniel, después de aquella que me había aparecido antes.

2 Vi en visión; y cuando la vi, yo estaba en Susa, que es la capital del reino en la provincia de Elam; vi, pues, en visión, estando junto al río Ulai.

3 Alcé los ojos y miré, y he aquí un carnero que estaba delante del río, y tenía dos cuernos; y aunque los cuernos eran altos, uno era más alto que el otro; y el más alto creció después.

4 Vi que el carnero hería con los cuernos al poniente, al norte y al sur, y que ninguna bestia podía parar delante de él, ni había quien escapase de su poder; y hacía conforme a su voluntad, y se engrandecía.

5 Mientras yo consideraba esto, he aquí un macho cabrío venía del lado del poniente sobre la faz de toda la tierra, sin tocar tierra; y aquel macho cabrío tenía un cuerno notable entre sus ojos.

6 Y vino hasta el carnero de dos cuernos, que yo había visto en la ribera del río, y corrió contra él con la furia de su fuerza.

7 Y lo vi que llegó junto al carnero, y se levantó contra él y lo hirió, y le quebró sus dos cuernos, y el carnero no tenía fuerzas para pararse delante de él; lo derribó, por tanto, en tierra, y lo pisoteó, y no hubo quien librase al carnero de su poder.

8 Y el macho cabrío se engrandeció sobremanera; pero estando en su mayor fuerza, aquel gran cuerno fue quebrado, y en su lugar salieron otros cuatro cuernos notables hacia los cuatro vientos del cielo.

9 Y de uno de ellos salió un cuerno pequeño, que creció mucho al sur, y al oriente, y hacia la tierra gloriosa.

10 Y se engrandeció hasta el ejército del cielo; y parte del ejército y de las estrellas echó por tierra, y las pisoteó.

11 Aun se engrandeció contra el príncipe de los ejércitos, y por él fue quitado el continuo sacrificio, y el lugar de su santuario fue echado por tierra.

12 Y a causa de la prevaricación le fue entregado el ejército junto con el continuo sacrificio; y echó por tierra la verdad, e hizo cuanto quiso, y prosperó.

13 Entonces oí a un santo que hablaba; y otro de los santos preguntó a aquel que hablaba: ¿Hasta cuándo durará la visión del continuo sacrificio, y la prevaricación asoladora entregando el santuario y el ejército para ser pisoteados?

14 Y él dijo: Hasta dos mil trescientas tardes y mañanas; luego el santuario será purificado.

15 Y aconteció que mientras yo Daniel consideraba la visión y procuraba comprenderla, he aquí se puso delante de mí uno con apariencia de hombre.

16 Y oí una voz de hombre entre las riberas del Ulai, que gritó y dijo: Gabriel, enseña a éste la visión.

17 Vino luego cerca de donde yo estaba; y con su venida me asombré, y me postré sobre mi rostro. Pero él me dijo: Entiende, hijo de hombre, porque la visión es para el tiempo del fin.

18 Mientras él hablaba conmigo, caí dormido en tierra sobre mi rostro; y él me tocó, y me hizo estar en pie.

19 Y dijo: He aquí yo te enseñaré lo que ha de venir al fin de la ira; porque eso es para el tiempo del fin.

20 En cuanto al carnero que viste, que tenía dos cuernos, éstos son los reyes de Media y de Persia.

21 El macho cabrío es el rey de Grecia, y el cuerno grande que tenía entre sus ojos es el rey primero.

22 Y en cuanto al cuerno que fue quebrado, y sucedieron cuatro en su lugar, significa que cuatro reinos se levantarán de esa nación, aunque no con la fuerza de él.

23 Y al fin del reinado de éstos, cuando los transgresores lleguen al colmo, se levantará un rey altivo de rostro y entendido en enigmas.

24 Y su poder se fortalecerá, mas no con fuerza propia; y causará grandes ruinas, y prosperará, y hará arbitrariamente, y destruirá a los fuertes y al pueblo de los santos.

25 Con su sagacidad hará prosperar el engaño en su mano; y en su corazón se engrandecerá, y sin aviso destruirá a muchos; y se levantará contra el Príncipe de los príncipes, pero será quebrantado, aunque no por mano humana.

26 La visión de las tardes y mañanas que se ha referido es verdadera; y tú guarda la visión, porque es para muchos días.

27 Y yo Daniel quedé quebrantado, y estuve enfermo algunos días, y cuando convalecí, atendí los negocios del rey; pero estaba espantado a causa de la visión, y no la entendía.

  X


1 En el tercer año de la gobernación real de Belsasar el rey, hubo una visión que se me apareció, aun a mí, Daniel, después de la que se me apareció al comienzo.

2 Y empecé a ver en la visión; y aconteció, mientras estaba viendo, que estuve en Susa el castillo, que está en Elam el distrito jurisdiccional; y procedí a ver en la visión, y sucedió que yo mismo estaba junto a la corriente de agua del Ulai.

3 Cuando levanté los ojos, entonces vi, y, ¡mire!, un carnero parado delante de la corriente de agua, y tenía dos cuernos. Y los dos cuernos eran altos, pero el uno era más alto que el otro, y el más alto fue el que subió después.

4 Vi al carnero dando cornadas al oeste y al norte y al sur, y ninguna bestia salvaje se mantuvo de pie delante de él, y no había nadie que librara de su mano. E hizo según su voluntad, y se dio grandes ínfulas.

5 Y yo, por mi parte, seguí considerando, y, ¡mire!, había un macho de las cabras que venía del poniente sobre la superficie de toda la tierra, y no tocaba la tierra. Y en lo que respecta al macho cabrío, había un cuerno conspicuo entre sus ojos.

6 Y siguió viniendo hasta el carnero que poseía los dos cuernos, el cual yo había visto parado delante de la corriente de agua; y vino corriendo hacia él en su poderosa furia.

7 Y lo vi entrar en contacto estrecho con el carnero, y empezó a mostrar amargura hacia él, y procedió a derribar al carnero y a quebrar sus dos cuernos, y resultó que no hubo poder en el carnero para mantenerse firme delante de él. De modo que lo arrojó a la tierra y lo holló, y resultó que el carnero no tuvo quien lo librara de su mano.

8 Y el macho de las cabras, por su parte, se dio grandes ínfulas hasta el extremo; pero en cuanto se hizo poderoso, el gran cuerno fue quebrado, y procedieron a subir conspicuamente cuatro en lugar de él, hacia los cuatro vientos de los cielos.

9 Y de uno de ellos salió otro cuerno, uno pequeño, y siguió haciéndose mucho mayor hacia el sur y hacia el naciente y hacia la Decoración.

10 Y siguió haciéndose mayor hasta llegar al mismo ejército de los cielos, de modo que hizo que algunos del ejército y algunas de las estrellas cayeran a la tierra, y se puso a hollarlos.

11 Y hasta llegar al mismo Príncipe del ejército se dio grandes ínfulas, y de él el [rasgo] constante fue quitado, y el lugar establecido de su santuario fue echado abajo.

12 Y un ejército mismo fue gradualmente entregado, junto con el [rasgo] constante, debido a transgresión; y siguió arrojando la verdad por tierra, y actuó y tuvo éxito.

13 Y llegué a oír a cierto santo hablando, y otro santo procedió a decir a aquel que estaba hablando: “¿Cuánto durará la visión del [rasgo] constante y de la transgresión que causa desolación, para hacer tanto [del] lugar santo como [del] ejército cosas para hollar?”.

14 De modo que él me dijo: “Hasta dos mil trescientas tardes [y] mañanas; y [el] lugar santo ciertamente será llevado a su condición correcta”.

15 Entonces aconteció que, mientras yo mismo, Daniel, veía la visión y buscaba un entendimiento, pues, ¡mire!, hubo de pie enfrente de mí alguien [que era] en apariencia como un hombre físicamente capacitado.

16 Y empecé a oír la voz de un hombre terrestre en medio del Ulai, y procedió a clamar y decir: “Gabriel, haz que ese [que está] allí entienda la cosa vista”.

17 De modo que vino junto a donde yo estaba de pie, pero cuando vino me aterroricé, de modo que caí sobre mi rostro. Y él procedió a decirme: “Entiende, oh hijo del hombre, que la visión es para el tiempo de[l] fin”.

18 Y mientras estaba hablando conmigo, yo me había quedado profundamente dormido sobre mi rostro en la tierra. Por lo tanto, él me tocó e hizo que me pusiera de pie donde yo había estado parado.

19 Y pasó a decir: “Mira, te voy a hacer saber lo que ocurrirá en la parte final de la denunciación, porque es para el señalado tiempo de[l] fin.

20 ”El carnero que tú viste que poseía los dos cuernos [representa a] los reyes de Media y Persia.

21 Y el macho cabrío peludo [representa] al rey de Grecia; y en cuanto al gran cuerno que estaba entre sus ojos, [representa] al primer rey.

22 Y puesto que ese fue quebrado, de modo que hubo cuatro que finalmente se levantaron en lugar de él, hay cuatro reinos de [su] nación que se pondrán de pie, pero no con su poder.

23 ”Y en la parte final del reino de ellos, a medida que los transgresores actúen hasta lo completo, se pondrá de pie un rey de fiero semblante y que entenderá dichos ambiguos.

24 Y su poder tiene que hacerse potente, pero no por su propio poder. Y de manera maravillosa causará ruina, y ciertamente tendrá éxito y obrará con eficacia. Y realmente reducirá a la ruina a poderosos, también al pueblo hecho de [los] santos.

25 Y según su perspicacia ciertamente también hará que el engaño tenga éxito en su mano. Y en su corazón se dará grandes ínfulas, y durante un [tiempo] libre de cuidados arruinará a muchos. Y contra el Príncipe de príncipes se pondrá de pie, pero será sin mano como será quebrado.

26 ”Y la cosa que se ha visto acerca de la tarde y la mañana, de que se ha dicho, es verdadera. Y tú, por tu parte, guarda secreta la visión, porque es todavía para muchos días”.

27 Y en cuanto a mí, Daniel, me sentí agotado y quedé enfermo por [varios] días. Entonces me levanté e hice el trabajo del rey; pero seguí mostrándome aturdido a causa de la cosa vista, y no había nadie que [la] entendiera.