< Anterior |
Siguiente > |
1 Después de Abimelec, se levantó para librar a Israel Tola hijo de Fúa, hijo de Dodo, varón de Isacar, el cual habitaba en Samir en el monte de Efraín.
2 Y juzgó a Israel veintitrés años; y murió, y fue sepultado en Samir.
3 Tras él se levantó Jair galaadita, el cual juzgó a Israel veintidós años.
4 Este tuvo treinta hijos, que cabalgaban sobre treinta asnos; y tenían treinta ciudades, que se llaman las ciudades de Jair hasta hoy, las cuales están en la tierra de Galaad.
5 Y murió Jair, y fue sepultado en Camón.
6 Pero los hijos de Israel volvieron a hacer lo malo ante los ojos de Jehová, y sirvieron a los baales y a Astarot, a los dioses de Siria, a los dioses de Sidón, a los dioses de Moab, a los dioses de los hijos de Amón y a los dioses de los filisteos; y dejaron a Jehová, y no le sirvieron.
7 Y se encendió la ira de Jehová contra Israel, y los entregó en mano de los filisteos, y en mano de los hijos de Amón;
8 los cuales oprimieron y quebrantaron a los hijos de Israel en aquel tiempo dieciocho años, a todos los hijos de Israel que estaban al otro lado del Jordán en la tierra del amorreo, que está en Galaad.
9 Y los hijos de Amón pasaron el Jordán para hacer también guerra contra Judá y contra Benjamín y la casa de Efraín, y fue afligido Israel en gran manera.
10 Entonces los hijos de Israel clamaron a Jehová, diciendo: Nosotros hemos pecado contra ti; porque hemos dejado a nuestro Dios, y servido a los baales.
11 Y Jehová respondió a los hijos de Israel: ¿No habéis sido oprimidos de Egipto, de los amorreos, de los amonitas, de los filisteos,
12 de los de Sidón, de Amalec y de Maón, y clamando a mí no os libré de sus manos?
13 Mas vosotros me habéis dejado, y habéis servido a dioses ajenos; por tanto, yo no os libraré más.
14 Andad y clamad a los dioses que os habéis elegido; que os libren ellos en el tiempo de vuestra aflicción.
15 Y los hijos de Israel respondieron a Jehová: Hemos pecado; haz tú con nosotros como bien te parezca; sólo te rogamos que nos libres en este día.
16 Y quitaron de entre sí los dioses ajenos, y sirvieron a Jehová; y él fue angustiado a causa de la aflicción de Israel.
17 Entonces se juntaron los hijos de Amón, y acamparon en Galaad; se juntaron asimismo los hijos de Israel, y acamparon en Mizpa.
18 Y los príncipes y el pueblo de Galaad dijeron el uno al otro: ¿Quién comenzará la batalla contra los hijos de Amón? Será caudillo sobre todos los que habitan en Galaad.
1 Ahora bien, después de Abimélec se levantó, para salvar a Israel, Tolá hijo de Puá, hijo de Dodó, hombre de Isacar, y este estaba morando en Samir, en la región montañosa de Efraín.
2 Y continuó juzgando a Israel por veintitrés años, después de lo cual murió y fue enterrado en Samir.
3 Entonces, después de él, se levantó Jaír el galaadita, y continuó juzgando a Israel por veintidós años.
4 Y llegó a tener treinta hijos que cabalgaban en treinta asnos adultos, y tenían treinta ciudades. Continúan llamando a estas Havot-jaír hasta el día de hoy; están en la tierra de Galaad.
5 Después Jaír murió y fue enterrado en Qamón.
6 Y los hijos de Israel de nuevo procedieron a hacer lo que era malo a los ojos de Jehová, y empezaron a servir a los Baales y a las imágenes de Astoret y a los dioses de Siria y a los dioses de Sidón y a los dioses de Moab y a los dioses de los hijos de Ammón y a los dioses de los filisteos. De modo que dejaron a Jehová y no le sirvieron.
7 Ante esto, la cólera de Jehová se encendió contra Israel, de modo que los vendió en mano de los filisteos y en mano de los hijos de Ammón.
8 Por lo tanto, estos destrozaron a los hijos de Israel y los oprimieron mucho aquel año... por dieciocho años, a todos los hijos de Israel que estaban en el lado del Jordán de la tierra de los amorreos que estaba en Galaad.
9 Y los hijos de Ammón cruzaban el Jordán para pelear hasta contra Judá y Benjamín y la casa de Efraín; e Israel se hallaba grandemente angustiado.
10 Y los hijos de Israel empezaron a clamar a Jehová por socorro, diciendo: “Hemos pecado contra ti, porque hemos dejado a nuestro Dios y estamos sirviendo a los Baales”.
11 Entonces Jehová dijo a los hijos de Israel: “¿Acaso no fue de Egipto y de los amorreos y de los hijos de Ammón y de los filisteos
12 y de los sidonios y de Amaleq y de Madián, cuando los oprimieron a ustedes y ustedes se pusieron a clamar a mí, de cuya mano yo procedí a salvarlos?
13 En cuanto a ustedes, me abandonaron y se pusieron a servir a otros dioses. Por eso no volveré a salvarlos.
14 Vayan y clamen por socorro a los dioses que han escogido. Sean ellos quienes los salven en el tiempo de su angustia”.
15 Pero los hijos de Israel dijeron a Jehová: “Hemos pecado. Tú mismo haz con nosotros conforme a cualquier cosa que sea buena a tus ojos. Solo que nos libres, por favor, este día”.
16 Y empezaron a quitar de en medio de sí los dioses extranjeros y a servir a Jehová, de modo que el alma de él se impacientó a causa de la desdicha de Israel.
17 Con el tiempo los hijos de Ammón fueron convocados, y asentaron campamento en Galaad. De modo que los hijos de Israel se reunieron y asentaron campamento en Mizpá.
18 Y la gente y los príncipes de Galaad empezaron a decirse unos a otros: “¿Quién es el hombre que llevará la delantera en pelear contra los hijos de Ammón? Llegue a ser él cabeza de todos los habitantes de Galaad”.