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JUECES 20 Paralela rv60
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Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)


1 Entonces salieron todos los hijos de Israel, y se reunió la congregación como un solo hombre, desde Dan hasta Beerseba y la tierra de Galaad, a Jehová en Mizpa.

2 Y los jefes de todo el pueblo, de todas las tribus de Israel, se hallaron presentes en la reunión del pueblo de Dios, cuatrocientos mil hombres de a pie que sacaban espada.

3 Y los hijos de Benjamín oyeron que los hijos de Israel habían subido a Mizpa. Y dijeron los hijos de Israel: Decid cómo fue esta maldad.

4 Entonces el varón levita, marido de la mujer muerta, respondió y dijo: Yo llegué a Gabaa de Benjamín con mi concubina, para pasar allí la noche.

5 Y levantándose contra mí los de Gabaa, rodearon contra mí la casa por la noche, con idea de matarme, y a mi concubina la humillaron de tal manera que murió.

6 Entonces tomando yo mi concubina, la corté en pedazos, y la envié por todo el territorio de la posesión de Israel, por cuanto han hecho maldad y crimen en Israel.

7 He aquí todos vosotros sois hijos de Israel; dad aquí vuestro parecer y consejo.

8 Entonces todo el pueblo, como un solo hombre, se levantó, y dijeron: Ninguno de nosotros irá a su tienda, ni volverá ninguno de nosotros a su casa.

9 Mas esto es ahora lo que haremos a Gabaa: contra ella subiremos por sorteo.

10 Tomaremos diez hombres de cada ciento por todas las tribus de Israel, y ciento de cada mil, y mil de cada diez mil, que lleven víveres para el pueblo, para que yendo a Gabaa de Benjamín le hagan conforme a toda la abominación que ha cometido en Israel.

11 Y se juntaron todos los hombres de Israel contra la ciudad, ligados como un solo hombre.

12 Y las tribus de Israel enviaron varones por toda la tribu de Benjamín, diciendo: ¿Qué maldad es esta que ha sido hecha entre vosotros?

13 Entregad, pues, ahora a aquellos hombres perversos que están en Gabaa, para que los matemos, y quitemos el mal de Israel. Mas los de Benjamín no quisieron oír la voz de sus hermanos los hijos de Israel,

14 sino que los de Benjamín se juntaron de las ciudades en Gabaa, para salir a pelear contra los hijos de Israel.

15 Y fueron contados en aquel tiempo los hijos de Benjamín de las ciudades, veintiséis mil hombres que sacaban espada, sin los que moraban en Gabaa, que fueron por cuenta setecientos hombres escogidos.

16 De toda aquella gente había setecientos hombres escogidos, que eran zurdos, todos los cuales tiraban una piedra con la honda a un cabello, y no erraban.

17 Y fueron contados los varones de Israel, fuera de Benjamín, cuatrocientos mil hombres que sacaban espada, todos estos hombres de guerra.

18 Luego se levantaron los hijos de Israel, y subieron a la casa de Dios y consultaron a Dios, diciendo: ¿Quién subirá de nosotros el primero en la guerra contra los hijos de Benjamín? Y Jehová respondió: Judá será el primero.

19 Se levantaron, pues, los hijos de Israel por la mañana, contra Gabaa.

20 Y salieron los hijos de Israel a combatir contra Benjamín, y los varones de Israel ordenaron la batalla contra ellos junto a Gabaa.

21 Saliendo entonces de Gabaa los hijos de Benjamín, derribaron por tierra aquel día veintidós mil hombres de los hijos de Israel.

22 Mas reanimándose el pueblo, los varones de Israel volvieron a ordenar la batalla en el mismo lugar donde la habían ordenado el primer día.

23 Porque los hijos de Israel subieron y lloraron delante de Jehová hasta la noche, y consultaron a Jehová, diciendo: ¿Volveremos a pelear con los hijos de Benjamín nuestros hermanos? Y Jehová les respondió: Subid contra ellos.

24 Por lo cual se acercaron los hijos de Israel contra los hijos de Benjamín el segundo día.

25 Y aquel segundo día, saliendo Benjamín de Gabaa contra ellos, derribaron por tierra otros dieciocho mil hombres de los hijos de Israel, todos los cuales sacaban espada.

26 Entonces subieron todos los hijos de Israel, y todo el pueblo, y vinieron a la casa de Dios; y lloraron, y se sentaron allí en presencia de Jehová, y ayunaron aquel día hasta la noche; y ofrecieron holocaustos y ofrendas de paz delante de Jehová.

27 Y los hijos de Israel preguntaron a Jehová (pues el arca del pacto de Dios estaba allí en aquellos días,

28 y Finees hijo de Eleazar, hijo de Aarón, ministraba delante de ella en aquellos días), y dijeron: ¿Volveremos aún a salir contra los hijos de Benjamín nuestros hermanos, para pelear, o desistiremos? Y Jehová dijo: Subid, porque mañana yo os los entregaré.

29 Y puso Israel emboscadas alrededor de Gabaa.

30 Subiendo entonces los hijos de Israel contra los hijos de Benjamín el tercer día, ordenaron la batalla delante de Gabaa, como las otras veces.

31 Y salieron los hijos de Benjamín al encuentro del pueblo, alejándose de la ciudad; y comenzaron a herir a algunos del pueblo, matándolos como las otras veces por los caminos, uno de los cuales sube a Bet-el, y el otro a Gabaa en el campo; y mataron unos treinta hombres de Israel.

32 Y los hijos de Benjamín decían: Vencidos son delante de nosotros, como antes. Mas los hijos de Israel decían: Huiremos, y los alejaremos de la ciudad hasta los caminos.

33 Entonces se levantaron todos los de Israel de su lugar, y se pusieron en orden de batalla en Baal-tamar; y también las emboscadas de Israel salieron de su lugar, de la pradera de Gabaa.

34 Y vinieron contra Gabaa diez mil hombres escogidos de todo Israel, y la batalla arreciaba; mas ellos no sabían que ya el desastre se acercaba a ellos.

35 Y derrotó Jehová a Benjamín delante de Israel; y mataron los hijos de Israel aquel día a veinticinco mil cien hombres de Benjamín, todos los cuales sacaban espada.

36 Y vieron los hijos de Benjamín que eran derrotados; y los hijos de Israel cedieron campo a Benjamín, porque estaban confiados en las emboscadas que habían puesto detrás de Gabaa.

37 Y los hombres de las emboscadas acometieron prontamente a Gabaa, y avanzaron e hirieron a filo de espada a toda la ciudad.

38 Y era la señal concertada entre los hombres de Israel y las emboscadas, que hiciesen subir una gran humareda de la ciudad.

39 Luego, pues, que los de Israel retrocedieron en la batalla, los de Benjamín comenzaron a herir y matar a la gente de Israel como treinta hombres, y ya decían: Ciertamente ellos han caído delante de nosotros, como en la primera batalla.

40 Mas cuando la columna de humo comenzó a subir de la ciudad, los de Benjamín miraron hacia atrás; y he aquí que el humo de la ciudad subía al cielo.

41 Entonces se volvieron los hombres de Israel, y los de Benjamín se llenaron de temor, porque vieron que el desastre había venido sobre ellos.

42 Volvieron, por tanto, la espalda delante de Israel hacia el camino del desierto; pero la batalla los alcanzó, y los que salían de las ciudades los destruían en medio de ellos.

43 Así cercaron a los de Benjamín, y los acosaron y hollaron desde Menúha hasta enfrente de Gabaa hacia donde nace el sol.

44 Y cayeron de Benjamín dieciocho mil hombres, todos ellos hombres de guerra.

45 Volviéndose luego, huyeron hacia el desierto, a la peña de Rimón, y de ellos fueron abatidos cinco mil hombres en los caminos; y fueron persiguiéndolos aun hasta Gidom, y mataron de ellos a dos mil hombres.

46 Fueron todos los que de Benjamín murieron aquel día, veinticinco mil hombres que sacaban espada, todos ellos hombres de guerra.

47 Pero se volvieron y huyeron al desierto a la peña de Rimón seiscientos hombres, los cuales estuvieron en la peña de Rimón cuatro meses.

48 Y los hombres de Israel volvieron sobre los hijos de Benjamín, y los hirieron a filo de espada, así a los hombres de cada ciudad como a las bestias y todo lo que fue hallado; asimismo pusieron fuego a todas las ciudades que hallaban.

  X


1 Por consiguiente, todos los hijos de Israel salieron y la asamblea se congregó como un solo hombre, desde Dan abajo hasta Beer-seba junto con la tierra de Galaad, a Jehová, en Mizpá.

2 De modo que los hombres clave de todo el pueblo y todas las tribus de Israel tomaron su puesto en la congregación del pueblo del Dios [verdadero], cuatrocientos mil hombres de a pie, que sacaban espada.

3 Y los hijos de Benjamín llegaron a oír que los hijos de Israel habían subido a Mizpá. Entonces los hijos de Israel dijeron: “Hablen. ¿Cómo ha llegado a efectuarse esta cosa mala?”.

4 Ante esto, el hombre, el levita, el esposo de la mujer asesinada, contestó y dijo: “Fue a Guibeah, que pertenece a Benjamín, donde llegué, yo y mi concubina, para pasar la noche.

5 Y los terratenientes de Guibeah procedieron a levantarse contra mí y a cercar la casa contra mí de noche. Era a mí a quien tenían calculado matar, pero fue a mi concubina a quien forzaron, y por fin murió.

6 Por lo tanto, eché mano de mi concubina y la corté en pedazos y la envié a todo campo de la herencia de Israel, porque se habían ocupado en conducta relajada y locura deshonrosa en Israel.

7 ¡Miren! Todos ustedes los hijos de Israel, den aquí su palabra y consejo”.

8 Así que todo el pueblo se levantó como un solo hombre, y dijo: “No irá ninguno de nosotros a su tienda, ni se apartará ninguno de nosotros a su casa.

9 Y ahora esta es la cosa que haremos a Guibeah. Subamos por sorteo contra ella.

10 Y tenemos que tomar diez hombres de cien de todas las tribus de Israel, y cien de mil, y mil de diez mil, para procurar provisiones para la gente, para tomar medidas yendo contra Guibeah de Benjamín, en vista de toda la locura deshonrosa que hicieron en Israel”.

11 Así todos los hombres de Israel estuvieron reunidos contra la ciudad como un solo hombre, como aliados.

12 Por consiguiente, las tribus de Israel enviaron hombres a todos los miembros de la tribu de Benjamín, diciendo: “¿Qué es esta cosa mala que se ha efectuado entre ustedes?

13 Y ahora entreguen a los hombres, los hombres que no sirven para nada, que están en Guibeah, para que les demos muerte, y eliminemos de Israel lo que es malo”. Y los hijos de Benjamín no quisieron escuchar la voz de sus hermanos, los hijos de Israel.

14 Entonces los hijos de Benjamín fueron reuniéndose de las ciudades a Guibeah para salir en batalla contra los hijos de Israel.

15 De modo que los hijos de Benjamín llegaron a estar reunidos con fines militares en aquel día desde las ciudades, veintiséis mil hombres que sacaban espada, aparte de los habitantes de Guibeah, de quienes se reunió con fines militares a setecientos hombres escogidos.

16 De toda esta gente había setecientos hombres escogidos, zurdos. Cada uno de estos podía tirar piedras con la honda a un cabello y no erraba.

17 Y se reunió con fines militares a los hombres de Israel aparte de Benjamín, cuatrocientos mil hombres que sacaban espada. Cada uno de estos era hombre de guerra.

18 Y procedieron a levantarse y subir a Betel e inquirir de Dios. Entonces dijeron los hijos de Israel: “¿Quién de nosotros debe subir en el puesto delantero a la batalla contra los hijos de Benjamín?”. A lo cual dijo Jehová: “Judá en el puesto delantero”.

19 Después de eso los hijos de Israel se levantaron por la mañana y acamparon contra Guibeah.

20 Los hombres de Israel ahora salieron en batalla contra Benjamín; y los hombres de Israel procedieron a disponerse en orden de batalla contra ellos junto a Guibeah.

21 De modo que los hijos de Benjamín salieron de Guibeah y echaron a tierra arruinados en aquel día a veintidós mil hombres de Israel.

22 Sin embargo, la gente, los hombres de Israel, se mostraron animosos y de nuevo fueron disponiéndose en orden de batalla en el lugar donde se habían dispuesto en orden el primer día.

23 Entonces los hijos de Israel subieron y lloraron delante de Jehová hasta la tarde e inquirieron de Jehová, diciendo: “¿Vuelvo a acercarme para batalla contra los hijos de Benjamín mi hermano?”. A lo cual Jehová dijo: “Sube contra él”.

24 En conformidad, los hijos de Israel se acercaron a los hijos de Benjamín el segundo día.

25 A su vez Benjamín salió a su encuentro desde Guibeah el segundo día y echó a tierra arruinados a otros dieciocho mil hombres de los hijos de Israel; todos estos sacaban espada.

26 Con eso, todos los hijos de Israel, aun toda la gente, subieron y vinieron a Betel y lloraron y se sentaron allí delante de Jehová y ayunaron en aquel día hasta la tarde y ofrecieron ofrendas quemadas y ofrendas de comunión delante de Jehová.

27 Después de eso los hijos de Israel inquirieron de Jehová, puesto que allí era donde estaba el arca del pacto del Dios [verdadero] en aquellos días.

28 Ahora bien, Finehás hijo de Eleazar, hijo de Aarón, estaba de pie delante de ella en aquellos días, y dijo: “¿Vuelvo aún a salir en batalla contra los hijos de Benjamín mi hermano, o ceso?”. A lo cual dijo Jehová: “Sube, porque mañana lo daré en tu mano”.

29 Entonces Israel colocó hombres en emboscadas contra Guibeah todo en derredor.

30 Y los hijos de Israel procedieron a subir contra los hijos de Benjamín el tercer día, y a disponerse en orden contra Guibeah lo mismo que las otras veces.

31 Cuando los hijos de Benjamín salieron al encuentro del pueblo, se les hizo alejarse de la ciudad. Entonces, lo mismo que las otras veces, estos comenzaron a derribar a algunos del pueblo, hiriéndolos mortalmente en las calzadas, una de las cuales sube a Betel y la otra a Guibeah, en el campo, a unos treinta hombres de Israel.

32 De modo que los hijos de Benjamín empezaron a decir: “Están sufriendo derrota ante nosotros lo mismo que la primera vez”. En cuanto a los hijos de Israel, dijeron: “Huyamos, y ciertamente los haremos alejarse de la ciudad [y venir] a las calzadas”.

33 Y todos los hombres de Israel se levantaron de sus lugares y fueron disponiéndose en orden en Baal-tamar, mientras los de Israel que estaban en emboscada fueron lanzándose con ímpetu desde sus lugares en la vecindad de Guibeah.

34 Así diez mil hombres escogidos de todo Israel vinieron enfrente de Guibeah, y el combate fue pesado; y los benjamitas no sabían que la calamidad pendía sobre ellos.

35 Y Jehová procedió a derrotar a Benjamín delante de Israel, de modo que en aquel día los hijos de Israel echaron abajo arruinados en Benjamín a veinticinco mil cien hombres; todos estos sacaban espada.

36 Sin embargo, los hijos de Benjamín se imaginaban que los hombres de Israel se encaraban a la derrota cuando siguieron cediendo terreno ante Benjamín porque confiaban en la emboscada que habían puesto contra Guibeah.

37 En cuanto a los que formaban la emboscada, ellos actuaron rápidamente y fueron lanzándose con ímpetu hacia Guibeah. Entonces la emboscada se desplegó e hirió a toda la ciudad a filo de espada.

38 Ahora bien, los hombres de Israel habían convenido con los que formaban la emboscada en que estos hicieran subir como señal una gran humareda desde la ciudad.

39 Cuando los hijos de Israel volvieron la espalda en la batalla, Benjamín comenzó a derribar a unos treinta hombres a quienes hirió mortalmente entre los hombres de Israel, pues decían: “Indisputablemente no están sufriendo otra cosa sino la derrota delante de nosotros tal como en la primera batalla”.

40 Y la señal comenzó a subir de la ciudad como una columna de humo. Por lo tanto, cuando Benjamín volvió el rostro, ¡mire!, la entera ciudad subía hacia el cielo.

41 Y los hombres de Israel dieron media vuelta, y los hombres de Benjamín quedaron perturbados, porque veían que la calamidad los había alcanzado.

42 Por lo tanto, se volvieron delante de los hijos de Israel en dirección al desierto, y la batalla los siguió de cerca, mientras los hombres que habían procedido de las ciudades estaban echándolos abajo arruinados en medio de ellos.

43 Cercaron a Benjamín. Lo persiguieron sin lugar de descanso. Lo hollaron directamente enfrente de Guibeah hacia el nacimiento del sol.

44 Por fin cayeron dieciocho mil hombres de Benjamín, todos estos hombres valientes.

45 Así se volvieron y se fueron huyendo al desierto, al peñasco de Rimón. Y ellos hicieron una rebusca de cinco mil hombres de ellos por las calzadas, y continuaron siguiendo de cerca tras ellos hasta Guidom, y así derribaron a otros dos mil de sus hombres.

46 Y todos los de Benjamín que cayeron en aquel día ascendieron, al cabo, a veinticinco mil hombres que sacaban espada, todos estos hombres valientes.

47 Pero seiscientos hombres se volvieron y se fueron huyendo al desierto, al peñasco de Rimón, y continuaron morando en el peñasco de Rimón cuatro meses.

48 Y los hombres de Israel se volvieron contra los hijos de Benjamín y se pusieron a herir a filo de espada a los de la ciudad, [desde] hombres hasta animal doméstico hasta todos los que fueron hallados. También, todas las ciudades que fueron halladas las entregaron al fuego.