1 »¡Vengan a las aguas todos los que tengan sed!
2 ¿Por qué gastan dinero en lo que no es pan, y su salario en lo que no satisface?
3 Presten atención y vengan a mí, escúchenme y vivirán.
4 Lo he puesto como testigo para los pueblos, como su jefe supremo.
5 Sin duda convocarás a naciones que no conocías,
6 Busquen al Señor mientras se deje encontrar, llámenlo mientras esté cercano.
7 Que abandone el malvado su camino, y el perverso sus pensamientos.
8 «Porque mis pensamientos no son los de ustedes, ni sus caminos son los míos
9 Mis caminos y mis pensamientos son más altos que los de ustedes;
10 Así como la lluvia y la nieve descienden del cielo,
11 así es también la palabra que sale de mi boca: No volverá a mí vacía,
12 Ustedes saldrán con alegría y serán guiados en paz.
13 En vez de zarzas, crecerán cipreses; mirtos, en lugar de ortigas.